Muerto era amor
de este perdido horror,
bajo el silencio de tu voz
al compás de una oración.
Oriundo de tus sueños;
al borde de la agonía,
suspendido hacia la fantasía
de perderme algún día
entre el abismo de tus egos.
Las hojas se mecen al viento,
llevando el enclaustro de mis sentimientos
hacia llanos y fantásticos mitos
que pronuncian el velar quieto.
Llegaré a tiempo
para secar tus lágrimas
antes que la sangre
llore el cielo.
Llegaré arrastrándome a tu cuerpo
al oído de infinitos recuerdos,
para que mis sueños se conviertan en vinagre
y los bebas con ardiente desvelo.
Muerto era amor
de este perdido horror,
bajo el silencio de tu voz
al compás de una oración.
de este perdido horror,
bajo el silencio de tu voz
al compás de una oración.
Oriundo de tus sueños;
al borde de la agonía,
suspendido hacia la fantasía
de perderme algún día
entre el abismo de tus egos.
Las hojas se mecen al viento,
llevando el enclaustro de mis sentimientos
hacia llanos y fantásticos mitos
que pronuncian el velar quieto.
Llegaré a tiempo
para secar tus lágrimas
antes que la sangre
llore el cielo.
Llegaré arrastrándome a tu cuerpo
al oído de infinitos recuerdos,
para que mis sueños se conviertan en vinagre
y los bebas con ardiente desvelo.
Muerto era amor
de este perdido horror,
bajo el silencio de tu voz
al compás de una oración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario