¿Quién sabe qué es este dolor?
Si entre el vidrio de seducción
vas bajando en mi respiración…
no cabe duda: es amor.
No conozco más vida que tu cariño,
y desde hace un buen rato que entre locura estoy
al borde de que en tu nombre voy;
porque no hay más esperanza que este sueño.
Bailando entre maniacos ritos me encuentro,
asesinando centauros sobre retratos,
volando cerca de las nubes de tus sentimientos
sostengo tus deseos mientras en el universo entro.
N ha mucho tiempo que perdí el olvido,
pero tus suspiros juegan sordos
con las reglas del recuerdo,
y entre todo este tiempo sigo buscando tus ciegos caminos,
Ciegos caminos que se levantan en sombra
bajo el paraíso de penumbra,
¿Qué voz sustenta un suspiro?
Si la desolada vida, llena de palabras
el fulgor con el que el amor he huido.
Y si alguna vez veo tu cuerpo caído,
juntaré con trabajo las sobras del mío,
para levantarlo junto al cielo y el lirio
y cuidarlo entre besos de horas.
Al perder sin el suelo
el lamento al sustento,
entre la alegría del llanto
de mi muerte en anhelo.
¿Quién sabe qué es este dolor?
No conozco más vida que tu cariño,
bailando entre maniacos ritos encuentro
que no ha mucho tiempo que perdí el olvido,
si ciegos caminos se levantan en sombra
al perder sin el suelo
un suspiro
en el desbordado cielo escondido.
Si entre el vidrio de seducción
vas bajando en mi respiración…
no cabe duda: es amor.
No conozco más vida que tu cariño,
y desde hace un buen rato que entre locura estoy
al borde de que en tu nombre voy;
porque no hay más esperanza que este sueño.
Bailando entre maniacos ritos me encuentro,
asesinando centauros sobre retratos,
volando cerca de las nubes de tus sentimientos
sostengo tus deseos mientras en el universo entro.
N ha mucho tiempo que perdí el olvido,
pero tus suspiros juegan sordos
con las reglas del recuerdo,
y entre todo este tiempo sigo buscando tus ciegos caminos,
Ciegos caminos que se levantan en sombra
bajo el paraíso de penumbra,
¿Qué voz sustenta un suspiro?
Si la desolada vida, llena de palabras
el fulgor con el que el amor he huido.
Y si alguna vez veo tu cuerpo caído,
juntaré con trabajo las sobras del mío,
para levantarlo junto al cielo y el lirio
y cuidarlo entre besos de horas.
Al perder sin el suelo
el lamento al sustento,
entre la alegría del llanto
de mi muerte en anhelo.
¿Quién sabe qué es este dolor?
No conozco más vida que tu cariño,
bailando entre maniacos ritos encuentro
que no ha mucho tiempo que perdí el olvido,
si ciegos caminos se levantan en sombra
al perder sin el suelo
un suspiro
en el desbordado cielo escondido.