Galileo

12 abr 2012

El otro sueño de dormir

Dormir sin cerrar el sueño,
pues el sueño no se cierra
si estás ausente,
uno piensa en la muerte
como la pauta de la mayonesa
sobre el sartén,
uno piensa la muerte como
la invención de un
fantasma aburrido, pincelando
el dibujo de un cangrejo,
uno piensa en la muerte
y la muerte lo piensa a uno.
Es la nostalgia más agria
que la noche puede hallar
para dibujarnos sobre la mente
ideas de ausencia.
Pero dormir sin cerrar el sueño,
desdibujado por la misma silueta
de uno; así soñando con otro sueño.
Hoy lo intentaré,
dormir sin cerrar el sueño,
tímidamente y venturoso,
si el sueño no se cierra
en alguna dimensión, entonces allí,
en ese lugar extraño podría estar
el regreso a la tierra, al pasado,
sólo para robarle algunas palabras
a la muerte o al río donde nació
mi abuela.
O sólo para cambiar algunas cosas
pequeñas que dentro de este
sueño se tornan en el retrato,
en lo que soy desde el más
hondo reflejo: el superficial, el vano.
Pues sin cerrar el sueño
uno queda soñando despierto,
y al abrir los ojos
uno piensa que está soñando,
que no es verdad este mes
y es más verdadero que el ayer será
otro día, un mañana:
el futuro es un nuevo pasado;
frase de un adolescente al cual no regresaría,
regresaría más atrás cuando la noche era noche
y la oscuridad era oscuridad.
Pues abrir el sueño y quedarse allí sentado,
pensado, sólo es soñar con que hay un momento
distinto donde el sueño se cerrara sin uno mismo,
sin el beso de los gusanos de la tierra,
sin el aire que no hay en los pulmones,
sin la pluma, sin el escritorio, sin comida,
sin manos, sin ojos; para sólo levantarse, caminando
infinitamente a pensar donde colocar el otro paso.

Dormir sin cerrar el sueño,
el sueño de tus labios
que persiguen saber que estoy
con los míos sellados;
el sueño no cerrado,
la vida donde tomar café o caminar
me hacen sentir seguro de que el sueño
no se abre ni se cierra si tú estás a lado,
alado femenino, ala dormida de tus manos,
a la dócil hora de mirarte
sabiendo que el sueño no está
sin haber soñado.

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