Chocolate,
yo corazón que late;
me bebo en la sed
de mi beber.
Preparo chocolate;
y tú sed no es de poesía
es de agilidad,
de funcionalidad,
de seguridad,
de un hombre que
moldees idéntico a
tu padre.
Tú no quieres chocolate,
ni poesía;
te quieres a ti
engañada
como tu madre se engaña
con la amante de tu padre:
ideal: amor sedante.
Yo preparo chocolate
nada quedará igual
luego de beberlo.
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