Galileo

26 abr 2012

Chocolate


Chocolate,
yo corazón que late;
me bebo en la sed
de mi beber.

Preparo chocolate;
y tú sed no es de poesía
es de agilidad,
de funcionalidad,
de seguridad,
de un hombre que
moldees idéntico a 
tu padre.

Tú no quieres chocolate,
ni poesía;
te quieres a ti
engañada
como tu madre se engaña
con la amante de tu padre:

ideal: amor sedante.

Yo preparo chocolate
nada quedará igual
luego de beberlo.

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