Largos segundos,
sueños corruptos y profundos,
¿qué hay hoy cuando se arrastra tu cuerpo?
sólo largos segundos de tiempo,
cruzados a la orilla de los muertos;
de esos cadáveres eterno
que vivimos a cada sentimiento.
Se laza la noche
sobre nuestros cuellos,
hoy la eternidad es corta,
los segundos son otros
ocultos y claros al detenerte,
voltear a escapar a tus ojos,
refugiar al vacío, el sentirte,
olvidar mientras pienso en tus anhelos,
y como mágica a una pasión funesta,
le cuelgo de mi sueños
para acabar con los nuevos hasta el derroche.
¡Ah, si mis sentimientos fueran tan llenos como son vacíos!,
amando pasos del pasado, exagerando el espejismo hasta ser verdad,
¿qué doy cuando no soy suscriptor a esta trivial y enfermiza realidad?
sólo se exprime mi soledad al abismo en que se traduce la oscuridad,
oscuridad desde mis breves años, amarrado siempre a mis desvelos.
Qué oscuro y suspicaz es al sepelio
cuando sigo deambulando en mi entierro,
lleno de criptas, me pregunto dónde desespero
con la mujer a ilusión que quiero
¿acaso al destino insolente al que no fío?
Tú, que cuelgas de mi emoción,
pierde de menos la sensación;
ciegas devociones del alba
al perfumar el alma que a penas acaba,
sinestesias de mi imaginación,
pendones de mi corazón
que se despliegan sin ubicación.
sueños corruptos y profundos,
¿qué hay hoy cuando se arrastra tu cuerpo?
sólo largos segundos de tiempo,
cruzados a la orilla de los muertos;
de esos cadáveres eterno
que vivimos a cada sentimiento.
Se laza la noche
sobre nuestros cuellos,
hoy la eternidad es corta,
los segundos son otros
ocultos y claros al detenerte,
voltear a escapar a tus ojos,
refugiar al vacío, el sentirte,
olvidar mientras pienso en tus anhelos,
y como mágica a una pasión funesta,
le cuelgo de mi sueños
para acabar con los nuevos hasta el derroche.
¡Ah, si mis sentimientos fueran tan llenos como son vacíos!,
amando pasos del pasado, exagerando el espejismo hasta ser verdad,
¿qué doy cuando no soy suscriptor a esta trivial y enfermiza realidad?
sólo se exprime mi soledad al abismo en que se traduce la oscuridad,
oscuridad desde mis breves años, amarrado siempre a mis desvelos.
Qué oscuro y suspicaz es al sepelio
cuando sigo deambulando en mi entierro,
lleno de criptas, me pregunto dónde desespero
con la mujer a ilusión que quiero
¿acaso al destino insolente al que no fío?
Tú, que cuelgas de mi emoción,
pierde de menos la sensación;
ciegas devociones del alba
al perfumar el alma que a penas acaba,
sinestesias de mi imaginación,
pendones de mi corazón
que se despliegan sin ubicación.
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