Ahora quiero recordar
tus sueños, olvidarlos siempre
que te vea, orillarlos bajo blancos
que son mis suspiros, llevarte
y nunca regresarte.
Envuelves paciencia entre el tiempo,
¿Quién espera al otro?
Te veo y tú lo compruebas,
sabes que mi magnitud no
cesará, siempre te seguirá.
¿Cómo quitar el bajo amparo
que te comprueba la realidad?
Eres fantasía; móvil de varias
presencias, te veo bajo ese
crepúsculo. ¿Acaso no te pesa
de más con cargar aquel sol?
Estoy perdiendo la escritura,
cosa que con gusto, lo haría
gratos por ti, no quiero que
leas esto, pero no puedo
resistir cuando lo veas; lo que
quiero es que lo destruyas
y comprendas; que alguien escribe
sólo para ti. Que escribe
desde lejos cuando tú estás
cerca, que llena todos los
esfuerzos a cambio de
un infértil gesto,
a cambio de nada, sólo Nada.
Quiero escucharte mientras hablo,
callar todos tus días
en los relámpagos de cada noche,
llevarte por los caminos más oscuros
y comenzar a comer tus ojos.
Sueño negro de velo
hermoso,
realmente ahora muero.
Te veo y sé que
Dios existe.
Si sólo podría
acercarme y no
desistir de tu belleza
en un miedo ajeno
de mí.
Si sólo soñarás lo
que ahora recuerdo,
estoy seguro que ahora
tus labios bailarían
sobre la sombra de
mi carne.
Mis alucinaciones tienen
tu figura,
mis gestos tienen
tu perdón,
quiero siempre
seguirle desde
nunca.
Llena eres de nada,
pero no puedo resistir;
necesito de tu aura,
del manto supersticioso
que levantas.
Rápidamente mis sueños
tomarán acto,
no sé si para nuestro
bien, pero sé que
llegarán por antes.
Carezco de sentido,
pero la fe de un
arisco,
puede llegar a los
bordes del fin.
Quiero radicar la
cortina que
envuelve mi sombra.
Bajo este manto
de representaciones te veo,
sólo a ti, que triste…
me he enamorado desde
lejos, creo que no hay nada más lamento
que eso,
pero el peligro
guarece, toda
a una gama de resoluciones
a tu nombre oculto.
¿Qué extraño deseo
se muestra esclavo?
Ahora todo tiene muerte
en una vida, todo
resume su panorama de
estética, en
llamadas del silencio.
¿De que sirve el ahogo
comunal de adjudicaciones?
Sólo para maltratar
los bajos anímicos:
¡Ha!, no hay mejor
tortura que la confusión
de sentimientos.
Mantengo mi línea pero
rebase el paraíso de los
celos, cosa que recuerda
lo insano que se
convierte la estulticia.
Francamente ahora sufro
de las complicaciones de
su pasado, una esfera
de miedos por
escribir lo que ahora
ha pasado…
nada, sólo Nada.
Así que Nada, vendamos
nuestros sueños
y torturemos todo goce
del tiempo alumbrado
Hoy no llegas a mis sueños
¿Dónde perdiste aquellas alucinaciones?
¿Qué cuarto se llena de
estrellas?
Acaso es un paraíso
que corrompe los
pecados en un manto de ritos.
Te veo; y realmente
me sorprendo al
no ver nada, solo
un vacío con curiosidad,
algo tan bello de veidad
que imposible se mueve de
realidad.
Tan colosal siempre,
destilas carisma
de cien lunas,
que escondidas bajo
rebuscados universos,
llenan el bermejo olvido.
Quiero llenar tu fama,
destrozarla y amarla.
Tal vez sea tu mejor
sombra de soledad,
o tu mejor hora
de depresivo color;
tal vez nunca logres
saber lo que ahora hallas,
pero te observo
y bajo ese foso,
quiero morir en tus ilusiones,
quiero ser el azote de locura,
quiero perderme y siempre
recordarte. Quiero siempre llamarte,
llamar lo que tú siempre eres…
Nada.
Quiero verte siempre,
tan bella,
tan llena
de Nada.
tus sueños, olvidarlos siempre
que te vea, orillarlos bajo blancos
que son mis suspiros, llevarte
y nunca regresarte.
Envuelves paciencia entre el tiempo,
¿Quién espera al otro?
Te veo y tú lo compruebas,
sabes que mi magnitud no
cesará, siempre te seguirá.
¿Cómo quitar el bajo amparo
que te comprueba la realidad?
Eres fantasía; móvil de varias
presencias, te veo bajo ese
crepúsculo. ¿Acaso no te pesa
de más con cargar aquel sol?
Estoy perdiendo la escritura,
cosa que con gusto, lo haría
gratos por ti, no quiero que
leas esto, pero no puedo
resistir cuando lo veas; lo que
quiero es que lo destruyas
y comprendas; que alguien escribe
sólo para ti. Que escribe
desde lejos cuando tú estás
cerca, que llena todos los
esfuerzos a cambio de
un infértil gesto,
a cambio de nada, sólo Nada.
Quiero escucharte mientras hablo,
callar todos tus días
en los relámpagos de cada noche,
llevarte por los caminos más oscuros
y comenzar a comer tus ojos.
Sueño negro de velo
hermoso,
realmente ahora muero.
Te veo y sé que
Dios existe.
Si sólo podría
acercarme y no
desistir de tu belleza
en un miedo ajeno
de mí.
Si sólo soñarás lo
que ahora recuerdo,
estoy seguro que ahora
tus labios bailarían
sobre la sombra de
mi carne.
Mis alucinaciones tienen
tu figura,
mis gestos tienen
tu perdón,
quiero siempre
seguirle desde
nunca.
Llena eres de nada,
pero no puedo resistir;
necesito de tu aura,
del manto supersticioso
que levantas.
Rápidamente mis sueños
tomarán acto,
no sé si para nuestro
bien, pero sé que
llegarán por antes.
Carezco de sentido,
pero la fe de un
arisco,
puede llegar a los
bordes del fin.
Quiero radicar la
cortina que
envuelve mi sombra.
Bajo este manto
de representaciones te veo,
sólo a ti, que triste…
me he enamorado desde
lejos, creo que no hay nada más lamento
que eso,
pero el peligro
guarece, toda
a una gama de resoluciones
a tu nombre oculto.
¿Qué extraño deseo
se muestra esclavo?
Ahora todo tiene muerte
en una vida, todo
resume su panorama de
estética, en
llamadas del silencio.
¿De que sirve el ahogo
comunal de adjudicaciones?
Sólo para maltratar
los bajos anímicos:
¡Ha!, no hay mejor
tortura que la confusión
de sentimientos.
Mantengo mi línea pero
rebase el paraíso de los
celos, cosa que recuerda
lo insano que se
convierte la estulticia.
Francamente ahora sufro
de las complicaciones de
su pasado, una esfera
de miedos por
escribir lo que ahora
ha pasado…
nada, sólo Nada.
Así que Nada, vendamos
nuestros sueños
y torturemos todo goce
del tiempo alumbrado
Hoy no llegas a mis sueños
¿Dónde perdiste aquellas alucinaciones?
¿Qué cuarto se llena de
estrellas?
Acaso es un paraíso
que corrompe los
pecados en un manto de ritos.
Te veo; y realmente
me sorprendo al
no ver nada, solo
un vacío con curiosidad,
algo tan bello de veidad
que imposible se mueve de
realidad.
Tan colosal siempre,
destilas carisma
de cien lunas,
que escondidas bajo
rebuscados universos,
llenan el bermejo olvido.
Quiero llenar tu fama,
destrozarla y amarla.
Tal vez sea tu mejor
sombra de soledad,
o tu mejor hora
de depresivo color;
tal vez nunca logres
saber lo que ahora hallas,
pero te observo
y bajo ese foso,
quiero morir en tus ilusiones,
quiero ser el azote de locura,
quiero perderme y siempre
recordarte. Quiero siempre llamarte,
llamar lo que tú siempre eres…
Nada.
Quiero verte siempre,
tan bella,
tan llena
de Nada.