30 dic 2011
Danzas
Hoy tuve una sensación rara. Estaba durmiendo, desperté triste. Después me puse contento, hace tiempo que no estaba triste por otra cosa que no sea actuaría, mi futuro, mi presente, o por ti. Me senté y me quedé pensando. Vi el espejo y me veía guapo, pensé en ti. Regresé al sueño y lo entendí. Estaba triste por una imagen rara y difícil de tratar. Pero descubrí su evidencia: soy mejor que dios, él no se equivoca, no necesita de nadie para existir. Entonces me puse triste y feliz. Luego Dios me sonrió, y los dos nos quedamos en un largo sueño que cada quien había hecho para el otro. Después me dolió despertar. Pero me quedé sonriendo.
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