Pero
el reloj
también es diáspora
fácil,
manojo de
retroceder
el aguijón
por la garganta
y contar:
4,5,3
2,1,
Tu suelo aún
es lunicencia,
fácil palabrerío
de mercurio azul;
pero aún
aspira aún
el vernáculo
peñasco sobre mi boca.
i nombre es Eduardo,
ayer
soñé
que Abraham
dijo ver
yo su primer
intento hablado
de hacer un hijo
Yo, Dania,
no le creo.
Meduzco, sobre
los bordes
de mis
ojos, tu imagen fija.
Sé que las
abultadas nubes
me desaparecerán
en su plexo.
15 jul 2015
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