Galileo

6 jul 2015

Limen bajo el proverbio del bardo desconocido que escribió en su celda la siguiente notación musical: Rigoscuja, sombrerino de niebla ♫

La luna
que
llevas, sí,
apóstrofe velar
de fiesta,
navío a través
de la  arena
mirando el piélago
desvanecido
 por diminutos
trazos de tus dedos

Y sí, el embate y
Moby tras, y sí
el embate,
unción de falda
con su despectiva braguita
parcializando la forma
del reloj.

El tiempo
juega con sus
labios
entre
esquivos dáctiles,
el cloqueo del tic.toc
retrocede.

Dunas sus
piernas,
sí, dunas
igual mis ojos
a través de la sepia
colorida de su labial

su sombra no
es más que la
plegada piel
que extiende su suavidad:


Haré una bufanda
con ella, sí,
sobre el cuello,
iré por el mundo
diciendo:
soy yo, soy
bucéfalo pony,
cabalgo,
sobre el apóstrofe,
la memoria de nítida
cornisa, sabor,
eso,
sabor.

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