Sí,
[ como la siesta orillada
a escatimar
la respiración;
también,
como cláusula de nube
para el destello,
aclamando la
cercena de la noche
para mayar
a través de un cuerpo,
un culo sonámbulo,
apuntando la necedad de que la oración sea breve,
pasible al letargo ]
mi mirada sobre las rocas:
estoy cansado de ver que las
piedras tienen ojos, parpadean.
Sí, parpadean.
30 jun 2015
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