Galileo

2 may 2012

Dedos loxodrómicos


Un cuerpo
detrás de otro,
una silueta
desangustiada
en otra sombra;
así, con pocas
palabras
se extinguen
nuestras voces
en la saliva
en el henequén
en las cebollas,
y así
esos dos cuerpos
vibran a alturas
y a gravedades
tópicas,
ficticias
oculares
eróticas
meridiales.

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