Galileo

26 ago 2009

Sólo te quería querer

Sólo te quería querer:
escondido en cada de tus sueños
y cabalgando a la nada de tus besos,
en la fantasía que el universo tiene que ser.

Sé que soy culto de este sentimiento
y que escribo con inspiración de esta pasión.
De pocos intereses lleno este corazón
y de palpitas imágenes tuyas se cubre la razón
para pervertir al amor a cualquiera de tu condición
sin más acento que quedar en tus brazos muerto.

Y no importa las horas perdidas bajo tu sonrisa,
de ir a verla cayendo al suelo atrás del paraíso.

Me gustas demasiado como para aceptarlo
y desde hace rato que soy esclavo de tu libertad,
de día y noche pase a verte desde mi soledad;
y ahora, aquí estoy: recordando tu rostro para dibujarlo.

Pasan las nubes y no sé si vuelva a coquetear con tu sonrisa,
pero de mí… sabes que estaré para verte pestañear con el universo.

Me he perdido a la fantasía del amor
y de la lluvia que cubre tus senos
al portal de tus caderas;
y aunque estés llena de poemas,
de mis estrellas no estarás lejos,
porque a la hora de mis letras
no puedes convencer las promesas
que juegan con el dolor.

En mi mente para un pensamiento:
y es que pérdida ya te pueda tener.

Comienzo a danzar con la locura,
escondido entre la sombra del olvido,
porque de las olas del infierno soy oriundo
y mis alas comienzan a oscilar en una noche oscura.
Adoro tu cadáver muerto,
aquél que cuelga sobre tu sonrisa el querer.

Sé que tu nombre no está en el cielo,
pero mis ojos se acuestan en tu piel,
mordiendo el tiempo con el destino,
mascando al infierno desde cualquier camino,
y aunque de la burla y engaño soy fiel,
el viento sobre tu cuerpo he de serlo.

Carne de los segundos
no olvides que canto en silencio;
perdido entre las ciudades de sonidos
siempre te alzo desde mis sueños.

Porque sólo te quería querer,
acostados desde el infinito: sólo te quería querer.

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