El bajo olor
del río
entrecomillando
tu sonrisa,
el aho
go
de palabras,
que vueltas
a mí,
te hablan.
La dulzura de ver desplomarse un poema a la orilla gris de la calle, agonizando, come mierda poema,
las ratas no te mirarán, ningún salvador vendrá a recogerte. Sólo el silbante olor de las fáciles construcciones: parabílante sueño de choza, lezabvio cristal de piel, teríosrade curva; come mierda poema, yo no te salvaré.
15 abr 2015
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