Galileo

7 ago 2013

Antes de ser poeta
tiré
por la calle globos de agua
llenos de nombres
que hoy me cuesta pronunciar.

Surgí como un pavor al día:
en la noche
uno se sumerge a la profundidad que le gusta,
avanza a ciegas por la noche trepando en la vista
de los que pasaron: aquí un unicornio llevaba un río sobre la lengua.

Nada de un triste pastazo de palabras
"A veces estás"
Antes de ser poeta
te hubiera mandado a la verga
pero el silencio es tan prometedor
en cada palabra, augurio de algún porvenir
sonoro, masticado como el olor fiero del presente

Veo en el espejo
algo que no puedo cerciorar con los dedos.
Nadie sabe
que se alumbra la noche
si uno cierra la oscuridad
entre palma y palma
aún así me veo abaratado
férreo a una edad imposible de contener.


[ estás ]
En esa palabra
donde el hueco
es algo tan pendiente
de consumar.

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