Galileo

31 dic 2012

Fifi come frambuesas

Quizá en algún momento
todo lo que escribimos no
fue más que un sueño,
un espejo detenido en la
suavidad de algo bello,
de algo asombroso y a la vez
tremendo, devastador.
Quizá no,
nunca nos arrepentimos
de lo escrito, de las comas
mal usadas y las figuraciones
erróneas que hubiéramos visto
en una distinta equivocación.

Quizá no existimos ni valemos
ni estamos indistintamente dolidos,
solitarios; pero lo que sí
estamos, es abrumados,
mecánicamente abrumados
por no conseguir el suficiente
amor para volar,
ensoñando que estamos vivos,
escribiendo desde atrás. 

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