Galileo

3 nov 2012

Presente


Uno opta por el refugio
de los grillos
cuando suenan
en su canción
que la mujer
anda libre
queriendo derramar gotas
sobre sus palmas.

La lluvia suena,
me gusta el crujido
de mis pasos
al dejar
pequeños charcos
por el piso del café.

La veo
a lo lejos,
sé que ella es la indicada,
que ella me dejará poner
palabras sobre su vientre
y dejará que la abrace.

De lejos
veo cómo
ella mira las huellas
de mis zapatos.

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